Hace seis meses, sentí una necesidad gigante de re-inventarme. De volver a barajar mi profesión y escuchar un nuevo sentido. Y te juro, lo primero que me invadió fue un enojo y una frustración que no te cuento...
"¿Otra vez sopa?", me pregunté, ¡si había relanzado mi marca hace menos de un año!
Pero sí, era lo que sentía. ¿Y por qué? Había algo que me invitaba a ir más profundo, a trabajar un escalón más esencial de mi yo actual. Una voz que me decía: "dejate de joder con ser tibia, andá más a fondo y dejá salir eso que ya no podés callar".
Me aturdía la idea de volver a empezar ya habiendo cumplido los 40 años. Me daba miedo soltar lo construido, soltar lo conocido y abrazar lo desconocido. Pero por sobre todo me daba miedo soltar la comodidad
Despues me di cuenta que re-inventarse no es, para nada, volver a empezar de cero.
Es, en realidad, permitirse estar cada vez más cerquita de una. Es achicar esa brecha, a veces dolorosa, entre el YO SOCIAL y el YO REAL. Y acá está la cuestión: por un tiempo largo, yo no estaba siendo mi Yo Real.
¿Alguna vez te pusiste a pensar qué palabra tan rara es "RE-INVENTARSE"?
Suena a que algo de nosotros es un invento... Y un poco es así. Nuestro YO SOCIAL es, sí, un poco inventado. Pero ojo, eso no significa que sea mentira, sino que es una coraza, una máscara, una armadura.
Este Yo Social se arma en la adolescencia, mientras nos convertimos en personas que tienen que socializar. Y nace para protegernos. ¿Pero de qué? De lo que nos dolió en nuestros primeros años de vida.
Este Yo Social se construyó con tus inseguridades. Lo creó tu mente para cuidar a tu verdadero SER de situaciones y personas que te hicieron daño cuando eras peque.
Entonces de tus inseguridades, de tus experiencias dolorosas y de tus primeras veces socializando, nace un YO SOCIAL. Un Yo Social que hoy sigue operando porque, quizás, esas dolencias e inseguridades que tanto te marcaron todavía no sanaron del todo.
¿Te resuena algo de todo esto? ¿Te hace sentido?
A este Yo Social también le decimos EGO. Y es importante trabajarlo, porque ya no somos esos niños asustados y desprotegidos. Ahora somos adultos, a veces encerrados en recuerdos viejos y en crisis por la distancia entre lo que podemos ser y quienes somos de verdad.
Así que, si hoy estás sintiendo la necesidad de reinventarte, recordá que en realidad no estás inventando nada nuevo. Estás, de hecho, DESINVENTANDO tu yo social para poder ser, simplemente, VOS.
Y en mi propio camino de "desinventar" mi Yo Social, hoy me permito salir al mundo, auténtica y un poco más libre, como Melina Priano, compañera de crisis profesionales.
Me presento y Te abrazo
Nos leemos en la proxima,
Melina